PREGÓN OFICIAL DE LAS FIESTAS PATRONALES DE MONFORTE DE LEMOS 2022
Dª MARGARITA RODRÍGUEZ OTERO
Buenas tardes a todas y a todos. Muchas gracias por estar ahí acompañándonos. No puedo evitar recordar a los monfortinos que no pueden estar en estas fechas fiesteras a causa de esa maldita pandemia que nos tocó vivir.
Mi agradecimiento, también al señor Alcalde, y al Grupo de Gobierno por acordarse de mí para ser Pregonera de las Fiestas de este año 2022. Es un gran honor y una responsabilidad para esta monfortina que el único mérito que tiene es el gran amor a su tierra.
También pensé: Que bien! Si se descuidan ya me encuentran del otro lado! En ese lado donde vamos cuando ya se cierran todos los caminos de la vida.
Hoy estoy aquí para anunciar que están a punto de comenzar las Fiestas en la honra de nuestra patrona a la Virgen de Monserrat, que este año tienen un sentido muy especial ya que eran muy esperadas después de dos años sin poder disfrutar de ellas.
Monforte siempre fue fiestero, la primera la de Reyes, los Magos llegan a esta ciudad ferroviaria en tren, el 3 de febrero viene el San Blas con la bendición de los roscones y las cintas en la iglesia de San Vicente, después el Carnaval con el gran desfile del martes de disfraces y carrozas de los diferentes barrios, que sale de la plaza de la Estación recorriendo la ciudad hasta la Compañía. Yo sólo me disfracé una vez: puse la careta de Margaret Thatcher.... unos anticuados trajes de chaqueta y zapatos y colgué del brazo un bolso de mí madre... nadie se enteró de que aquella “dama de hierro” era yo. Lo pasé bien siendo la anónima primera ministra inglesa.
El sábado y domingo de Gloria, Monforte se convierte en una ciudad de la Edad Media a causa de la Feria Medieval de gran fama en todo el entorno, donde vecinos y visitantes visten vistosos trajes de esa época, además de un montón de puestos que recuerdan actividades diversas representativas de aquellas fechas. Con el Festival del Vino de la Ribeira Sacra y las Fiestas Patronales, se podría decir que son los grandes eventos que destacan por la gran diversidad de gentes que llegan de diferentes lugares para disfrutar de sus atracciones.
Luego llegan las fiestas de los diferentes barrios, San Lázaro en Carude, San José en el Morín. Después venía el San Antonio.
Esta, para mí, era muy especial ya que pasé mi juventud a poco más de cien metros de este campo de San Antonio. Era entonces una niña, que solía estrenar las sandalias y el vestido de verano, en la fiesta de su barrio. Ah!!!
Aunque de aquellas no habíamos oído nunca la frase “cambio climático”, por el trece de junio tanto podía hacer un calor del demonio, como un frío casi de invierno....
Perdonad.........me pongo nostálgica haciendo un viaje por los recuerdos, pensando en aquellas fiestas........ Como bailábamos sobre la tierra del campo! ........ Porque el suelo era de tierra........ Hubo un tiempo que las vecinas pidieron permiso al Ayuntamiento para hacer un jardín, que ellas mismas habían plantado, habían cuidado, habían regado e incluso iban a la porfía de quien tenía mejor el trozo que les había tocado atender, mi madre era una de las improvisadas jardineras.
Aquello duró poco, ya que cuando estaban las flores pintadas con mil colores llegaron las fiestas y terminaron con las ilusiones de aquellas mujeres que vieron como las barcas voladoras, los caballitos, y todas las trebelladas, como actuando a propósito, se instalaban encima de su hermoso jardín, sin importarle las horas que habían pasado para conseguir que brotasen las flores aquella primavera.
Después venían las de San JUán en el barrio de Os Chaos, enseguida las de San Pedro, en la calle de A Pena, poco después las del Carmen en el barrio de la Estación. Además las de todas las aldeas de alrededor, había algunos jóvenes que presumían de que donde escuchaban un cohete allá iban.
Pero ya de aquellas las fiestas grandes eran las de agosto. Las PATRONALES DE AGOSTO!!!!
Era la cita obligada para los monfortinos que volvían al cariño de la familia y al reencuentro de los amigos, a pasear por las calles de su ciudad abarrotada de gente bajo las lámparas de colores, que se habían puesto como señal para comienzo de los festejos.
Mas....eran otros tiempos....de falta de libertad.... de pocos medios....pero todo se olvidaba difuminado bajo el sonido de las bandas de música, de las orquestas, de los cantos de los artistas, y sobre todo del entusiasmo y júbilo de los propios fiesteros monfortinos y el montón de visitantes.
El día grande es el quince en el que la Virgen recibe una ofrenda foral presidida por el Alcalde de la ciudad, en la plaza Luis de Góngora al lado de la iglesia en San Vicente, bajo el doblar de los badajos y el repique fiestero de los cohetes.
Que bonitas eran las fiestas cuando uno tenía 18 años!!!!!!
Después de bailar en la verbena hasta la hora que nos dejaban, no nos importaba madrugar para subir a San Vicente a oír la novena a la Virgen de Monserrat, donde tampoco podíamos faltar.
De jóvenes se podía con todo!!!!
Decía el importante escritor Álvaro Cunqueiro que “...las fiestas además de música y baile, son compartir comida y bebida con la familia y los amigos”... Nosotros tampoco sabemos tener una celebración sin una buena comida de esa gran cocina nuestra, con productos de la tierra y del mar, siempre acompañados de un buen vino de la Ribeira Sacra. Mas siguiendo el sabio consejo de San Benito de Nursia ...”No bebamos hasta la abundancia, sino de manera tibia, pues el vino en demasía puede convertir en loco a cualquier sabio”
Entonces no era como hoy..... había que hacer la comida toda en la casa. Mi madre era una gran cocinera, yo era sólo la ayudante..... me tocaba poner la mesa, servir la comida, recoger, ayudar a fregar. Mi padre y mi hermano atendían a los invitados...ese era su trabajo... para eso habían nacido del género masculino!!!
Hoy ya no es el mismo..... después de un montón de luchas de las mujeres de muchos países como puestas de acuerdo, casi tenemos los mismos derechos que ellos...... y si les toca cocinar también lo hacen..... aunque falta mucho camino por andar algo fuimos avanzando en este sentido.
Después de dormir una buena siesta volvía a disfrutar de otra noche de fiesta.
Pero volvamos al día de hoy....en las fiestas hay divertimento para todos, para los niños, los jóvenes y también para los que buscan sensaciones mas apropiadas para su edad. Y todas las actuaciones, por muy importantes que sean, son gratuitas.
Monforte también tiene, para los que buscan otra manera de ocio diversos museos: Visita obligada merece el de las MM. Clarisas, uno de los mejores de España en Arte Sacro, la pinacoteca de Nuestra Señora de la Antigua, con dos Grecos y cinco Andrea del Sarto, por citar los mas relevantes, y el mismo edificio merece también un vistazo, sin olvidar las magnificas escaleras de casi tres metros de ancho en piedra de una sola pieza, con un soporte increíble. Muy importante el museo del Ferrocarril, el Lodeiro, el de las casas de Muñecas, el del Vino, y los pazos de Muíños de Antero y de Tor. Cada uno con sus peculiaridades.
Entonces Monforte se viste de fiesta, en la plaza de España, en la calle del Cardenal y sobre todo en la gran plaza de la Compañía.
Ahora creo que es el momento de dedicar unas palabras a nuestro pasado que nos lleva a comprender que Monforte nunca sería lo que es sin los Condes de Lemos. Desde que escogieran este pueblo como capitalidad del condado, ellos fueron dejando para siempre jamás los vestigios que vemos a nuestro lado, no hay más que echar un vistazo alrededor para darnos cuenta de que los grandes monumentos que la ciudad alberga los hicieron ellos: El Colegio de los Escolapios considerado Bien de Interés Cultural y uno de los edificios civiles mas importantes de Galicia, fue la magna obra del Cardenal Don Rodrigo de Castro.
El convento de las Clarisas, con todo lo que alberga también lo hizo el gran Conde de Lemos don Pedro Fernández de Castro y su esposa doña Catalina de la Cerda y Sandoval.
El convento e iglesia de Santo Domingo, las murallas, el Burgo medieval, el Pazo hoy parador. Y aquí donde estamos había un magnífico edificio que era el convento franciscano de San Antonio que desapareció por una mal entendida desamortización, que también se había construido por deseo y a la manera del II Conde Lemos don Rodrigo Enríquez de Castro. Queda como único recuerdo de este histórico templo el solitario cruceiro que se encuentra en medio de la plaza.
Y sobre todo en la cima del monte la impresionante torre del homenaje, convertida por derecho propio en símbolo de la ciudad, obra perenne de los Condes de Lemos, que como un faro del interior guía a los viajeros que se acercan a estas tierras. De ella salen las bombas de palenque que son el anuncio del comienzo de las FIESTAS PATRONALES, y también desde la misma torre, el día grande a media noche, se ponen a jugar las luminarias de los cohetes de mil colores convirtiendo el cielo en montones de estrellas, que llevan el mensaje a todo el valle, de que en la hermosa Capital de la Ribeira Sacra aún siguen estando de fiesta.
Mas la fortaleza de la torre de los Castro sigue ahí erguida guiando a los viajeros y peregrinos que deseen acercarse a esta ciudad siempre acogedora con los forasteros.
Este Monforte tiene poco que ver con mis recuerdos de niña, ahora disfruta de buena salud, sus calles lucen bajo la luz del día su esmerado cuidado, y por la noche también la magnífica iluminación deja ver una ciudad viva, activa, que bien puede ser protagonista de inimaginables eventos.
Y por tener..... también tenemos un río en medio de la ciudad, que le da frescura a los veranos monfortinos..... y tanto sirve para baños y románticos paseos en barca como para disfrutar de multicolores fuegos acuáticos.
Y no nos falta, ni siquiera, un Camino a Santiago ya recorrido por muchos viajeros y peregrinos desde siglos, cuando iban a rendir homenaje el Apóstol patrón de España. Sus recuerdos y huellas quedaron por siempre jamás en la larga tradición que heredamos.
Pero no puedo finalizar sin decir que lo más importante de Monforte son los monfortinos, de hoy y de siempre, aquí nacieron ilustres personajes de ciencia, grandes escritores, poetas, investigadores, pintores, escultores etc. No cito nombres porque son muchos y no quiero olvidar a nadie, todos son merecedores de un cariñoso recuerdo. Hoy también hay monfortinos ocupando cargos relevantes en la cultura, en las instituciones y en la política, sin olvidar los que en la misma ciudad con su empuje emprendedor hacen que cada vez vaya a mas el crecimiento rentable de ella, también acrecientan la sociedad los diversos colectivos de actividades culturales y proyectos educativos que existen en la ciudad.
Esto me lleva a recordar las palabras del gran poeta e inolvidable amigo Manuel María quien dejó escrito: “Monforte é a cidade perfecta: polo tamaño, pola beleza, polo xeitosa e sobre de todo pola súa xente”
Y ya para finalizar me dirijo a todos los monfortinos y forasteros:
Apresuraos enseguida a disfrutar de las fiestas...que están ahí esperando por vosotros, que la vida es corta y hay que aprovecharla.... mas siempre procurad vivirla, con felicidad, paz y alegría.
Muchas gracias.