Monforte de Lemos, 16 de febrero de 2019. El Ayuntamiento de Monforte está llevando a cabo una política de puesta en valor de los recursos turísticos de la ciudad, en este caso recursos paisajísticos, relacionados con el Cañón del Sil y la viticultura.
Tras llevar a cabo el pasado año una completa señalización del Mirador del Duque, tanto en la carretera de Castro Caldelas como en diferentes zonas de la ciudad, ahora el Ayuntamiento va a acometer su reforma integral para hacerlo más atractivo, más seguro, más amplio y con más información.
El Mirador del Duque tiene la mejor situación geográfica del Cañón del Sil, pues está ubicado en la ladera que dibuja una pequeña curva sobre el río Sil, y de este modo permite visibilizar una amplia zona de la Ribeira Sacra a ambos lados, justo encima del embarcadero de la Diputación.
Reforma integral del Mirador del Duque
Para la realización de esta obra el Ayuntamiento cuenta ya con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia. La licitación de la obra ya está abierta y publicada en la Plataforma de Contratos del Ministerio de Hacienda y asciende a un importe de 66.199,25 euros, que se financia con fondos del GDR y fondos municipales. El procedimiento de esta licitación es por concurso abierto. Y la mesa de contratación se reunirá el día 27 de febrero a las 9:30 horas para abrir las diferentes ofertas de las empresas que se puedan producir.
Con esta obra "pretendemos que, al mismo tiempo que se lleva a cabo una ampliación y mejora, también queremos dotar al Mirador de un diseño más actual, ampliar las zonas donde se puede contemplar el paisaje y aumentar su longitud en el plano horizontal de su pendiente en la ribeira del Sil, de modo que los puntos de observación ganen altura sobre el terreno escarpado aumentadno así la sensación de vacío y su atractivo", declara el Alcalde.
Hasta ahora, el Mirador sólo tenía un punto de observación con un balcón de pequeñas dimensiones y con una capacidad insuficiente para la acogida de grupos de visitantes como pueden ser las excursiones. Del mismo modo, las barandas actuales están formadas por postes verticales de madera de pino tratado, con pasamanos del mismo material situado a 1 metro de altura y 3 cables de acero entre el pavimento y el pasamanos, lo que supone un déficit en la seguridad del mismo.
En la zona del Mirador, actualmente tampoco existe ningún panel informativo que oriente a los visitantes y les indique las zonas que se pueden ver desde allí, y los invite de este modo a visitarlas, dentro de la labor de difusión del conjunto de la Ribeira Sacra.
José Tomé Roca resalta que "con esta propuesta pretendemos mejorar la capacidad de acogida para grupos de visitantes y al mismo tiempo potenciar el atractivo turístico de la zona, y para ello se ejecutará un nuevo mirador con dos zonas desde donde contemplar el paisaje, que se extenderán sobre la actual pendiente de la ladera".
Mejoras técnicas
Con esta actuación se sustituye a la actual planta trapezoidal por otra diseñada con laterales paralelos y de mayor anchura, alargándose sobre la ladera y manteniendo la orientación Este. Para ello se colocará una estructura de acero volada sobre la ladera, asentada en una cimentación oculta de hormigón armado.
En la zona suroeste de la ladera, se colocará otro nuevo punto de observación de planta rectangular rematado en una plataforma semicircular, desde donde contemplar las singulares puestas de sol que, dada su altitud, son las más hermosas de la Ribeira Sacra. Este nuevo punto de observación estará volado sobre la ladera mediante una estructura metálica igual que en el caso anterior.
Las barandas de protección serán de chapa de acero y no quedarán huecos por los que pueda introducirse un objeto superior a 10 cm. de diámetro para evitar problemas de caída, sobre todo de niños.
El pavimento será de tablas fijadas a un armazón metálico soportado por la estructura que vuela sobre la ladera. Todo esto lleva a que la superficie destinada a contemplar los incomparables paisajes del cañón del Sil aumenten considerablemente con el nuevo mirador.
El acceso a las dos plataformas del mirador se resolverá con pavimento de losa sobre solera de hormigón, según permita la orografía del terreno pero sin superar la pendiente del 10 por ciento para evitar posibles resbalones y con anchos superiores a 1,50 metros facilitando así el acceso a las personas con mobilidad reducida o en silla de ruedas.
Por este motivo, se ensanchará el acceso actual paralelo a la caseta hasta conseguir un metro y 70 cm., prolongándose al mismo tiempo hasta enlazar con la zona de aparcamiento, actualmente de tierra, facilitando de este modo el acceso al mirador sobre todo cuando el tiempo esté lluvioso.
En el nuevo mirador, en el espacio existente entre los dos palcos, se colocará un panel informativo del paisaje que se puede contemplar, y un banco sin respaldo con doble cara donde se podrá descansar y observar el paisaje existente en todo el entorno del mirador.